Microsoft acaba de reconocer públicamente un fallo preocupante en Windows 11 que está provocando que los ordenadores pierdan rendimiento drásticamente. El problema reside en una función que todos usamos a diario: el Administrador de tareas. Tras la actualización del 28 de octubre, esta herramienta no se cierra correctamente y genera múltiples procesos fantasma que devoran los recursos de tu equipo.
¿Por qué tu PC va lento desde la última actualización?
El fallo es tan simple como peligroso: cada vez que cierras el Administrador de tareas usando el botón de cierre habitual, la aplicación parece desaparecer de tu pantalla, pero en realidad sigue ejecutándose en segundo plano. Lo peor es que cada nuevo intento de abrir y cerrar esta herramienta crea instancias adicionales del proceso "Taskmgr.exe", acumulándose como capas invisibles que sobrecargan tu procesador.
Este comportamiento anómalo afecta especialmente a usuarios que consultan frecuentemente el Administrador de tareas para supervisar el rendimiento de su ordenador. Irónicamente, la herramienta diseñada para controlar los recursos del sistema se convierte en la causante de su saturación.
Las versiones comprometidas son Windows 11 24H2 y 25H2, que recibieron la actualización KB5067036. Si abres el Administrador de tareas en un PC afectado, verás múltiples entradas duplicadas tanto en la pestaña "Procesos" como en "Detalles", confirmando que el problema está presente en tu equipo.
Afortunadamente, existen medidas preventivas que puedes implementar mientras Microsoft desarrolla el parche correctivo. Un antivirus Windows actualizado te ayudará a mantener la estabilidad del sistema ante este tipo de fallos, aunque la solución definitiva debe venir del fabricante.

¿Cómo eliminar estos procesos zombies de tu ordenador?
Microsoft ha proporcionado dos soluciones temporales para mitigar el impacto en el rendimiento:
Opción 1: Usar "Finalizar tarea" en lugar del botón cerrar
En lugar de pulsar la X para cerrar el Administrador de tareas, ábrelo, ve a la pestaña "Procesos", localiza el proceso "Administrador de tareas" en la lista, haz clic derecho sobre él y selecciona "Finalizar tarea". Este método garantiza que el proceso se cierre completamente.
Opción 2: Eliminar todas las instancias mediante comandos
Esta alternativa es más efectiva cuando ya tienes múltiples procesos acumulados:
- Pulsa el icono de Windows o la tecla de Windows.
- Escribe "cmd" o "Símbolo del sistema" en el buscador.
- Haz clic derecho sobre "Símbolo del sistema" en los resultados.
- Selecciona "Ejecutar como administrador".
- Copia y pega este comando: taskkill.exe /im taskmgr.exe /f
- Presiona la tecla Intro.
Este comando forzará el cierre inmediato de todas las instancias del Administrador de tareas que estén ejecutándose, liberando instantáneamente la memoria RAM y reduciendo la carga del procesador.
Microsoft promete una solución definitiva próximamente
Desde Redmond han confirmado que están desarrollando un parche específico para resolver este contratiempo, aunque no han especificado una fecha concreta de lanzamiento. La compañía ha añadido este fallo a su lista oficial de problemas conocidos de Windows 11, lo que sugiere que la corrección llegará mediante Windows Update en las próximas semanas.
La buena noticia es que las versiones de servidor de Windows no presentan este comportamiento anómalo, limitando el impacto únicamente a equipos con Windows 11 de escritorio. Mientras tanto, aplicar las soluciones temporales propuestas te permitirá mantener tu ordenador funcionando óptimamente hasta la llegada del parche oficial.