No todo va a ser hablar siempre sobre antivirus. Hoy vamos a profundizar un poco más en consejos digitales para un mejor descanso. Ya que, aunque no existe evidencia científica concluyente sobre daños directos a la salud, mantener el router Wi-Fi a al menos tres metros de distancia del dormitorio puede mejorar significativamente la calidad del sueño, especialmente en personas sensibles a estímulos tecnológicos.
¿Por qué esta distancia es importante para tu descanso?
Los routers domésticos emiten ondas de radiofrecuencia en bandas de 2,4 GHz y 5 GHz. Se trata de radiación no ionizante, que no tiene capacidad para alterar estructuras celulares como lo hacen los rayos X. Sin embargo, la exposición constante durante ocho horas de sueño en un punto fijo puede interferir con el descanso en usuarios sensibles.
La recomendación de los tres metros no surge de un riesgo tóxico directo, sino de optimizar las condiciones ambientales del dormitorio. Durante la noche permanecemos inmóviles durante horas, expuestos continuamente a la señal emitida desde un mismo punto del espacio.
El verdadero problema: pantallas antes de dormir
Más allá del router, existe un factor que sí afecta demostradamente al sueño: el uso del móvil hasta segundos antes de acostarse. La luz azul de las pantallas activa mecanismos de alerta en el cerebro, retrasando la conciliación del sueño y disminuyendo su profundidad.
Los neurocientíficos lo confirman: La estimulación por luz azul y retroiluminación perjudica la transición natural hacia el sueño profundo.
¿Dónde colocar entonces el router?
Además de mejorar tu descanso, alejar el router del dormitorio tiene ventajas prácticas para su propia cobertura Wi-Fi:
- Colocarlo en el centro: Si lo colocas en una zona céntrica de la casa, estarás ayudando a distribuir mejor la señal del router.
- Intenta no ponerlo junto a "espacios de larga permanencia": No lo instales junto a sillones, comedores o escritorios donde pases muchas horas inmóvil.
- Mejora la distribución: Una posición coherente reduce interferencias provocadas por paredes, muebles o electrodomésticos.
La industria tecnológica sostiene que el Wi-Fi es seguro bajo estándares internacionales de telecomunicaciones. El problema no radica en usar internet normalmente en oficinas o centros educativos, sino en la exposición prolongada en un mismo punto durante el reposo nocturno.

Pequeños hábitos saludables que nos ayudan a descansar mejor
Para optimizar tu descanso sin renunciar a la conectividad:
- Mantén el router a más de tres metros del lugar donde duermes.
- Reduce el uso de pantallas al menos una hora antes de acostarte.
- No dejes el teléfono bajo la almohada o en la mesita de noche.
- Evita colocar dispositivos electrónicos pegados a la cabecera.
Estos ajustes sencillos pueden marcar la diferencia entre un sueño reparador y una noche de descanso superficial. La clave está en gestionar conscientemente la presencia tecnológica en el espacio dedicado al descanso, sin alarmismos pero con sentido común.