Ya lo había notado desde el primer día: Windows 11 me iba más lento que Windows 10, y no entendía por qué. Llevo meses aplicando todos los trucos habidos y por haber para acelerar el sistema, pero nada parecía funcionar del todo.
Eliminar bloatware, desactivar animaciones, configurar el modo de máximo rendimiento... lo típico. Y sí, algo mejoraba, pero seguía teniendo esa sensación de que mi ordenador arrastraba los pies. Especialmente en acciones tan simples como abrir el Administrador de Tareas o usar el menú contextual. Cosas que deberían ser instantáneas.
Cuando ya me estaba planteando en serio volver a Windows 10 (cosa que no me apetecía nada, la verdad), me topé con algo que me ha dejado con la boca abierta. Resulta que alguien se ha molestado en investigar el código de Windows 11 y ha encontrado el verdadero culpable de tanto lag. Y no es lo que te imaginas.
El verdadero problema está en el código, no en la configuración
Tras probar en varios equipos diferentes y confirmar que Windows 11 efectivamente va más lento que su predecesor en tareas básicas, un experto ha buceado en las entrañas del sistema operativo hasta dar con la madre del cordero. Y tiene nombre y apellidos: XML Islands y XAML.
Vale, ya sé que suena a chino mandarín, pero te lo explico de forma sencilla. Microsoft ha ido cambiando gradualmente la tecnología MFC (que usaba Windows 10) por XAML para conseguir una interfaz más bonita y moderna. El problema es que este cambio ha venido con un coste oculto en rendimiento que nadie había señalado hasta ahora.
¿Por qué XAML es más lento? Básicamente porque:
- Exige más a la GPU: Necesita procesar frames constantemente, incluso cuando no los estás viendo
- El renderizado es más complejo: Todo ese diseño moderno requiere más recursos para dibujarse en pantalla
- Cold start elevado: Tarda más en cargar todos los elementos de la interfaz al arrancar
En Windows 10, con la tecnología MFC, todo esto tiraba más de la CPU que de la tarjeta gráfica, y el resultado era más fluido. Irónico, ¿verdad?
¿Se puede hacer algo para solucionarlo?
Aquí viene la parte que menos me gusta: no hay una solución mágica. No puedes simplemente desinstalar XML y XAML porque son parte integral de la interfaz de Windows 11. Sería como querer quitar los cimientos de una casa.
Microsoft probablemente esté trabajando en optimizaciones, pero mientras tanto, lo único que podemos hacer es aplicar los métodos tradicionales de optimización:
Pasos para minimizar la lentitud (aunque no la elimines del todo):
- Desactiva efectos visuales innecesarios:
- Ve a Sistema > Acerca de > Configuración avanzada del sistema.
- En "Rendimiento" elige "Ajustar para obtener el mejor rendimiento".
- Limpia el bloatware:
- Desinstala las apps preinstaladas que no uses.
- Un buen antivirus gratis Windows 11 también te ayudará a mantener el sistema limpio de programas no deseados.
- Configura el plan de energía:
- Panel de control > Opciones de energía > Máximo rendimiento.
- Deshabilita programas de inicio:
- Ctrl + Shift + Esc > Inicio.
- Desactiva lo que no necesites al arrancar.
La cruda realidad: estética vs rendimiento
Lo que más me fastidia de todo esto es que Microsoft ha priorizado lo bonito sobre lo funcional. Y no me malinterpretes, Windows 11 es precioso visualmente, pero ¿de qué sirve si después mi ordenador va como un tractor?
Esto afecta por igual a equipos de gama baja y alta. No es que tu PC sea viejo o malo; es que el propio sistema operativo está diseñado de una manera que sacrifica velocidad por apariencia.
De momento, toca esperar a que Microsoft encuentre el equilibrio entre estos dos aspectos. Mientras tanto, al menos ya sabemos por qué Windows 11 nos da esa sensación de lentitud que tanto nos molesta. No estábamos locos: el problema existe, está documentado y tiene una explicación técnica detrás.
Y sinceramente, saber el porqué me tranquiliza un poco. Ahora al menos entiendo que no es culpa mía ni de mi configuración. Es el precio que pagamos por tener un escritorio más moderno.