Cuando se trata de mantener tu ordenador en buen estado, saber cómo desinstalar programas correctamente es tan importante como tener un buen antivirus Windows 11 instalado.
A lo largo del tiempo, algunas aplicaciones dejan restos que pueden afectar el rendimiento de tu sistema, y eliminarlas completamente es clave para asegurar que todo siga funcionando a la perfección. Basándome en mi experiencia, te explicaré cómo llevar a cabo una limpieza a fondo para que tu equipo se mantenga siempre en las mejores condiciones.
Paso 1: Desinstalación básica desde el Panel de Control
Lo primero que suelo hacer es lo más básico: ir al Panel de Control. Sé que para muchos es un paso lógico, pero me encuentro con que aún hay personas que no están del todo familiarizadas con este proceso.
- Abre el Panel de Control. Puedes hacerlo buscando “Panel de Control” en el menú de inicio.
- Haz clic en "Desinstalar un programa". Aquí aparece la lista de todas las aplicaciones instaladas.
- Selecciona el programa que deseas eliminar. Yo, por ejemplo, acabo de deshacerme de Paint.NET. Pulsa en "Desinstalar" y sigue el asistente de desinstalación.
En algunos casos, me ha tocado reiniciar el equipo para completar la eliminación, pero esto depende del programa en cuestión.
Paso 2: Limpiar los registros sobrantes
Ahora, aunque hayas seguido el paso anterior, quedan residuos que debemos eliminar. Me refiero a los registros de Windows, esos pequeños archivos sobrantes que, con el tiempo, pueden acumularse y ralentizar el sistema.
- Presiona Windows + R para abrir el cuadro de ejecutar y escribe regedit para acceder al Editor de Registro.
- Navega por las carpetas. Debes buscar en HKEY_CURRENT_USER y HKEY_LOCAL_MACHINE, dentro de la carpeta Software. Aquí es donde suelen quedar restos de los programas desinstalados.
Recuerdo una vez que no podía eliminar un software de edición de video, porque aparecía con el nombre del desarrollador en lugar del nombre del programa. Si alguna vez te pasa esto, busca la carpeta del fabricante en vez del nombre del software.
Paso 3: Borrar carpetas ocultas en el disco
El siguiente paso es ir a por las carpetas ocultas que quedan en el disco.
- Abre el explorador de Windows y dirígete al disco local (C:).
- Habilita las carpetas ocultas. Ve a la pestaña "Vista" y selecciona "Mostrar archivos y carpetas ocultos".
- Revisa las carpetas ProgramData y AppData. Es común encontrar archivos sobrantes en estas rutas. A veces, me encuentro archivos temporales que ocupan bastante espacio, especialmente de programas como editores de vídeo o herramientas de diseño.
Si no ves la carpeta del programa, es probable que la eliminación haya sido exitosa o que se esconda con el nombre del desarrollador.
Paso 4: Verificar si el programa sigue activo en segundo plano
Antes de continuar, siempre me aseguro de que el programa no siga corriendo en segundo plano. A veces, puede parecer que un programa está desinstalado, pero sigue ahí, ejecutándose sin que te des cuenta.
- Abre el Administrador de tareas. Puedes hacerlo con Ctrl + Shift + Esc.
- Busca en "Procesos" si el programa sigue en ejecución. Si lo encuentras, selecciona "Finalizar tarea".
Recuerdo una vez que no podía eliminar un antivirus gratis porque seguía ejecutándose en segundo plano. Tras finalizar la tarea en el Administrador, finalmente pude desinstalarlo por completo.
Paso 5: Crear un punto de restauración (por si acaso)
Soy de los que creen en estar preparados para lo peor. Siempre recomiendo crear un punto de restauración antes de empezar a hacer cambios drásticos. De esta manera, si algo sale mal, puedes volver a un estado anterior sin problemas.
- Busca "Crear un punto de restauración" en el menú de inicio.
- Haz clic en "Configurar" y activa la protección del sistema. Luego selecciona "Crear".
En una ocasión, un controlador conflictivo dejó mi sistema inutilizable. Gracias al punto de restauración, pude volver atrás y solucionarlo sin perder tiempo.
Desinstalar un programa en Windows 10 o 11 puede ser un proceso sencillo o complicarse si no sigues todos los pasos. Espero que, gracias a lo que te he explicado, puedas evitar los errores más comunes y mantener tu sistema limpio y funcionando como nuevo. Si sigues estos pasos y aún tienes problemas, no dudes en buscar una herramienta adicional para asegurarte de que el trabajo esté bien hecho.